Tres síntomas que delatan un alternador averiado

Tres síntomas que delatan un alternador averiado

Las averías en el alternador suelen ser relativamente fáciles de diagnosticar. A continuación, vamos a explicar los tres síntomas que delatan que el alternador está averiado y cómo puede solucionarse el problema.

El testigo de la batería en el cuadro permanece encendido

El alternador es el encargado de alimentar todos los sistemas eléctricos del coche cuando el motor está en marcha. En circunstancias normales, la única situación en la que entra en acción la batería es cuando el motor está parado y damos al contacto. Lo vemos porque se enciende la luz roja de la batería en el cuadro de instrumentos.

Tres síntomas que delatan un alternador averiado

Si todo funciona correctamente, la luz se apaga tan pronto se ponen en marcha el motor y el alternador. La batería sirve entonces tan solo para cerrar el circuito eléctrico y que la electricidad pueda circular.

Por el contrario, si el alternador presenta algún problema y no es capaz de generar suficiente carga, la batería vuelve a entrar en acción para suplir esa carencia. El testigo de la batería nos alerta en este caso porque se mantiene encendido cuando el motor está en funcionamiento.

Otra situación en la que la luz roja de la batería nos alerta de un fallo inminente en el alternador es si se enciende cuando ponemos en marcha el aire acondicionado o las luces. Aunque sea un destello momentáneo o una luz débil, no es normal que la batería tenga que ayudar en estas situaciones.

En ambos casos, lo más probable es que haya que reparar o sustituir el alternador por un recambio original.

Tres síntomas que delatan un alternador averiado

Aparecen ruidos en la correa de servicios

El motor acciona el alternador a través de la correa de servicios. Cualquier problema en ella, como que se destense o se deteriore, puede afectar al funcionamiento del alternador. Estas situaciones suelen delatarse por un ruido en el vano del motor. Si la correa patina, sobre todo cuando hace frío, emite un chirrido.

En este caso puede que no sea necesario cambiar o reparar el alternador, sino que baste con sustituir la correa de servicios. Habrá que hacerlo lo antes posible, porque en caso de rotura definitiva el alternador dejará de recargarse y el vehículo solo tendrá electricidad hasta que se agote la batería. Lo ideal es cambiar la correa periódicamente, siguiendo el calendario indicado por el fabricante.

Tres síntomas que delatan un alternador averiado

La carga de la batería es demasiado baja

Para detectar este síntoma necesitaremos un voltímetro que nos permita medir la carga de la batería. También nos sirve un multímetro o polímetro, pues una de las funciones que incluyen es la del voltímetro.

Cuando tomamos la tensión entre los dos bornes de la batería, lo normal es que con el motor parado una batería en buen estado arroje una medición de al menos 12,6 voltios. Con el motor en marcha, lo normal es que la medición suba hasta un rango entre los 13,8 y los 14,4 voltios. Si no alcanza estos niveles, es síntoma de que existe una avería en el alternador.

Tres síntomas que delatan un alternador averiado

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