¿Los nuevos límites de velocidad en ciudad causan averías?
- julio 27, 2021
- Recambios originales
La reciente reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vidal ha bajado a 30 km/h la velocidad máxima en la mayor parte de las vías urbanas. Concretamente en todas aquellas que solo tengan un carril por sentido de circulación.
El objetivo es reducir la contaminación y aumentar la seguridad. Sin embargo, esta norma no tiene en cuenta que el envejecido parque automovilístico español, con una media de 13,2 años de edad, no ha sido diseñado para circular de forma constante a baja velocidad.
En la práctica, circular a 30 Km/h para muchos conductores supone conducir la mayor parte del tiempo en primera. Si suben a la segunda relación, circular a esta velocidad les obliga a desplazarse prácticamente a ralentí, por lo que ante cualquier subida o necesidad de frenar tendrán que volver a meter primera.
Lo peor para los motores de combustión
A la larga, esta situación es sinónimo de un consumo mucho más alto y frecuentes averías. Circular de manera prolongada por ciudad y encima a baja velocidad es el mayor enemigo de un motor térmico. Especialmente si se trata de un diésel dotado de sistemas anticontaminación modernos como la válvula de recirculación de gases de escape EGR y el filtro antipartículas FAP.
Además, es una solución contraproducente en cuestiones como la contaminación acústica, ya que a este régimen los motores aumentan notablemente el ruido que emiten.
La situación es exactamente la contraria en el caso de los coches híbridos y eléctricos, que se encuentran como pez en el agua en la circulación urbana a bajas velocidades. En estas situaciones, los vehículos electrificados no solo ofrecen la mayor eficiencia y una nula emisión de ruido, sino también la ausencia de averías gracias a su mayor sencillez mecánica y al menor número de partes móviles, caja de cambios, sistemas anticontaminación, etc.
Qué problemas mecánicos provoca circular a baja velocidad
Esta forma de conducir en la que trabajamos casi en exclusiva con el acelerador, dando gas y reteniendo todo el tiempo, provoca si se alarga múltiples problemas mecánicos:
- Este hábito es nefasto para los tacos del motor (silentblocks), pues el propulsor genera muchos movimientos en un sentido y otro y los tacos tienen que encargarse de absorberlos continuamente.
- Los rodamientos sufren de un exceso de trabajo al funcionar en condiciones de elevada carga.
- En los sistemas anticontaminación, la falta de un régimen de trabajo constante se traduce en averías en la válvula de recirculación de gases de escape EGR y el filtro antipartículas FAP.
- En el caso de poder circular en segunda a velocidades en el entorno de los 30 Km/h, el problema viene dado por el exceso de vibraciones y esfuerzos que supone conducir a muy bajas vueltas.
- En coches muy antiguos o mal mantenidos, también nos encontramos con los problemas de refrigeración.
Estos son algunos de los problemas que puedes encontrarte en tu taller ahora que los conductores se ven obligados a circular a velocidades muy bajas en ciudad.
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