La importancia de la pintura para la implantación del coche autónomo
- agosto 21, 2019
- Carrocería
El desarrollo de las tecnologías de conducción autónoma es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la industria de la automoción durante esta década. Porque se acerca una revolución que afectará al automóvil de manera integral, incluso a los profesionales de los talleres de mecánica y también de carrocería.
El pilar de este objetivo es reducir los accidentes. Según algunos estudios, gracias a la conducción autónoma la frecuencia de las colisiones se habrá reducido hasta el 80% en el año 2040. Sin embargo, los accidentes que ocurran acarrearán un mayor coste, debido a la creciente complejidad tecnológica de los vehículos.
La conducción autónoma de nivel 4, sin intervención del conductor, afronta importantes desafíos: requiere una compleja interacción social, debe responder ante condiciones climáticas adversas o garantizar la ciberseguridad, entre muchos otros aspectos.
Una pintura para facilitar la detección de los vehículos
Para poder circular sin la intervención de un conductor, los coches autónomos incorporan múltiples sensores LIDAR (siglas de Laser Imaging Detection and Ranging o Light Detection and Ranging). A partir de estos, las unidades de procesamiento de información interpretan continuamente el entorno del vehículo y controlan todas sus partes motrices. Así, el vehículo es capaz de medir distancias, detectar si el coche situado frente a él está acelerando o desacelerando o si está cambiando de carril.
Sin embargo, muchos de los vehículos que actualmente circulan por las carreteras son, a ojos del vehículo autónomo, obstáculos complejos de detectar y monitorizar. Y la razón no es otra que la pintura, que se revela como un elemento crítico en el desarrollo de esta nueva tecnología.
Las pinturas de color oscuro absorben una mayor cantidad de luz infrarroja que los colores claros, alterando el funcionamiento de los sensores basados en láser. Así, los vehículos negros reflejan las señales recibidas un 50% menos que los vehículos con pintura blanca.
Las pinturas metalizadas también son un problema, puesto que bloquean las ondas ultrasónicas que utilizan, por ejemplo, los asistentes de aparcamiento. Este tipo de pintura pueden incluso bloquear las señales de los propios sensores de radar montados en el parachoques.
Por ello, durante los próximos años es previsible que los fabricantes de automóviles dejen de diseñar parachoques con capas metalizadas, para desarrollar en su lugar nuevos tipos de pintura más amigables con los sensores que montarán los vehículos autónomos. Asimismo, tendrán que trabajar en el recubrimiento de este tipo de sensores, perjudicial en muchos casos para el rendimiento del propio sensor.
Los materiales de la carrocería en la conducción autónoma
Los materiales también influyen en la detección de los demás vehículos por parte de los coches autónomos. El plástico, por ejemplo, no refleja con la misma efectividad que el aluminio y el acero, dificultando la detección por parte de sensores LIDAR.
Por supuesto, esto no significa que un vehículo con carrocería de fibra de carbono negra sea invisible para los sensores de radar y LIDAR. Sin embargo, sí que tiene mayor potencial para ‘esconderse’ entre el tráfico a los ojos de un coche autónomo.
Todas estas variables, entre muchas otras, se encuentran actualmente sobre la mesa de los fabricantes de vehículos, y de las decisiones que se tomen dependerá el futuro de toda una generación de automóviles.
En Central de Recambio Original somos especialistas en carrocería de vehículos y trabajamos únicamente con Recambios Originales. Podéis contactar con Central de Recambio Original mediante nuestro formulario o llamando al teléfono 93 223 84 85.